METODOS Y ESTRATEGIAS PARA NARRAR VISUALMENTE LA CIUDAD
El principal resultado de esta serie de proyectos de investigación es la verificación de estrategias y métodos que prueban ser eficaces para la construcción de estas “navegaciones” por los tiempos y espacios de la ciudad.
Algunas fotografías de archivo más cargadas de información sobre el paisaje urbano del pasado, suelen ser el punto de partida. La curiosidad visual impulsa una búsqueda con lupa, por el centro o por los márgenes de cada enfoque, de huellas de lo que pudo existir antes en el sitio, o indicios de lo que vendrá después. En un extremo está en paisaje silvestre pre-urbano y en el otro la imagen actual del sitio enfocado desde el mismo punto de cámara. Hallar los eslabones en otros documentos, o reconstruirlos por adición o substracción de piezas arquitectónicas, es el “rompecabezas” digital que es preciso resolver para construir la narración visual del fenómeno urbano, la “película verdadera” de la historia de la ciudad.
La metodología que se adoptó en el montaje de Riachuelo del 2006, y en Costa Norte del 2007, es el de la continuidad espacial de un itinerario como esquema básico de la narración visual. La discontinuidad temporal en cambio, aparece al arribarse a cada uno de los hitos y nodos urbanos que jalonan el recorrido. Su singular visibilidad y su mayor inercia impiden que la diacronía haga perder el hilo narrativo. Estos iconos monumentales fueron en el caso del Riachuelo, los quince puentes sucesivos, desde los tres “Puente Avellaneda” de la Boca, hasta el puente de la Noria. Se transitó en cada uno visiones de los puentes anteriores que estuvieron en esos mismo sitios, así como otros que fueron eliminados. Para lograr la continuidad narrativa hubo que descartar los registros que no enfocaran la dirección Este-Oeste, río arriba, de la primera parte del video. Pero en el retorno río abajo pudieron ser insertados enfoques de sentido inverso. Cada puente daba lugar a un “paneo” que entrelazaba sus contextos urbanos del presente y del pasado.
Para reconstruir el itinerario de ingreso al “Palermo de San Benito” de los años 1840 se construyó una maqueta digital 3D. Desde la actual visión de la Avenida del Libertador se pasa hacia atrás la película del tiempo para transitar el doble camino que flanqueando el canal principal, daba ingreso al gran huerto de Rosas y a su “casona”. Se integró así imágenes del tiempo de Rosas con fotografías de las décadas siguientes hasta llegar a el registro televisivo de 1985 de las excavaciones arqueológicas encaradas por la Facultad, y a sus protagonistas filmados en el 2007, veintidós años después, en el mismo lugar de la “casona” y en el Centro de Arqueología Urbana del IAA, donde está la maqueta que se construyó entonces.