«La Chacra de Castro»
Trabajo que forma parte de la pasantía de investigación realizada por Alejandro Maddonni y Damián Cancelliere -cuyo título era «La Chacra de Castro. Introducción a la búsqueda de su casco en el corazón de la ciudad»– y que se encuentra acreditada en el Centro de Arqueología Urbana (FADU). Las referencias recogidas por estos investigadores apuntan a la ubicación de lo que fuera la «casa histórica» y que conformaba el casco principal de dicha chacra, ubicada aproximadamente en la manzana de las calles San Blas, Moliere, Camarones y Virgilio, en el actual barrio de Villa Luro, y lamentablemente demolida hacia el año 1940.
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AREA: Mapa del Potencial Arqueológico de la Ciudad de Buenos Aires
TEMA: Casa Histórica de la Chacra de Castro.
AUTORES: Alejandro Maddonni, Damián Cancelliere.
OBJETIVOS:
- Avanzar en el conocimiento acerca de la implantación de dicho establecimiento.
- Ampliar la información sobre sus características constructivas, productivas e históricas como modelo comparable a conjuntos similares.
- Establecer su grado de incidencia en la generación del tejido urbano.
- Proponer un trabajo de campo consistente en excavaciones arqueológicas.
- Incluir el tema propuesto dentro del Mapa realizado por el Centro.
INTRODUCCION
Este trabajo es una síntesis de la pasantía de investigación presentada en el Centro de Arqueología Urbana de la FADU en 2008 denominada “La Chacra de Castro. Introducción a la búsqueda de su casco en el corazón de la ciudad”. Fue en su momento una introducción al conocimiento de la historia del lugar a través de testimonios de vecinos, historiadores y publicaciones barriales, que nos permitieron rescatar imágenes hasta entonces inéditas. Destacamos, entre otros, el aporte del Sr. Juan José Vence ex presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Luro quien nos hizo llegar tres de las cuatro fotografías de la casona conocidas hasta hoy. También de la Licenciada Leticia Maronese, presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Monte Castro.
Creíamos y creemos que esta recopilación de datos podrá servir como base para futuras investigaciones que permitan responder a muchas preguntas que entonces y también hoy nos planteamos. Es por ello que hemos continuado con un estudio mas exhaustivo cuyo resultado publicaremos próximamente en le marco de las investigaciones realizadas por el Taller Patrimonio y Ciudad creado en 2009 junto con al arquitecto Gastón Becerra.
Queremos señalar también que fue la primera vez que se abordó el tema desde el ámbito académico representado en este caso por la Universidad de Buenos Aires a través de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo y el Centro de Arqueología Urbana fundado y dirigido por el Dr. en arquitectura y arqueólogo Daniel Schávelzon. Destacamos que el trabajo original en su versión impresa y completa se encuentra disponible en la biblioteca de dicho Centro ubicado en el Pabellón III, 4° piso, de la F.A.D.U., Ciudad Universitaria de Buenos Aires.
LA CHACRA Y SU CASCO
Del conjunto de barrios que conforman la ciudad Monte Castro es indudablemente uno de los menos reconocibles y reconocidos. Históricamente se lo ha identificado con Flores y mas tarde con Floresta cuya historia mas reciente fue dejando paulatinamente en el olvido su origen remoto. Algunas investigaciones han dado cuenta de la existencia de un incipiente establecimiento rural original, de su desarrollo edilicio y de su papel dentro del sistema productivo de la ciudad. De ellas se desprende la importancia que su conocimiento representa para comprender las estructuras urbanas actuales, sus aspectos geográficos y demográficos, el sistema de repartimiento de tierras, la ubicación relativa según las fuentes naturales de provisión de agua, la topografía, el desarrollo de la red de caminos de la época, la importancia estratégica y defensiva dentro de las zonas rurales que rodeaban aquellos pequeños núcleos poblacionales, etc.
Justamente uno de los puntos de mayor interés es el contraste ya que como tantos otros representaba un conjunto de características rurales que de haber sobrevivido se insertaría en medio del tejido actual de la ciudad. Dichos conjuntos solían incluir capilla, palomar, pozos de balde y por supuesto la casa principal o casco.
Otro aspecto importante evidenciado en su estudio es el que tiene que ver con el contexto social, es decir quienes habitaron y trabajaron allí, como se conformaban los grupos familiares, las redes de parentesco a la que pertenecían sus propietarios, etc.
Fue en definitiva un proceso que se desarrolló a lo largo de diferentes etapas de nuestra historia y sus vestigios materiales de ser hallados, podrían abrir nuevos campos de investigación acerca del pasado de la ciudad.
La antigua chacra de Castro, según el historiador Arnaldo Cunietti Ferrando1, poblada de espesos montes de árboles frutales, llegó a abarcar parte de los actuales barrios de Liniers, Monte Castro, Villa Real, Versalles y Villa Luro conformando un cuadrilatero de 3000 por 3800 varas, con una superficie de mas de 800 hectáreas. Fueron en un principio las trascabezadas de tres suertes de estancia cedidas por Juan de Garay al Adelantado Juan Torres de Vera y Aragón y que luego de separarse de sus suertes originales alrededor de 1680, llegarían a principios del siglo XVIII a manos de Pedro Fernández de Castro y Velasco de quien hoy toma su nombre el barrio de Monte Castro (figs. 1 y 2).
A través de más de 4 siglos de existencia la fracción de campo fue demostrando su capacidad productiva tanto para la cría de animales como para la explotación de leña muy requerida en la ciudad para calefacción y cocción de alimentos. Se sabe que el precio del pan sufría periódicamente fuertes variaciones de acuerdo con la mayor o menor disponibilidad de madera que alimentara los hornos. Según estudios de los censos de población levantados en esa parte de la campaña conocida como el pago de “La Matanza”, para fines del siglo XVIII la chacra era propiedad de un rico español de nombre Juan Pedro Córdova2 encontrándose entre las primeras de su clase. La altura de buena parte de sus tierras las mantenía a salvo de las crecidas del Maldonado, a la vez que poseía como pocos lugares de la planicie circundante un espeso monte de durazneros. Además de las riquezas naturales el lugar representaba un enclave cercano a uno de los principales caminos de entrada y salida de la ciudad a través del cual se podían alcanzar lugares como Córdoba y Tucumán.
Su incipiente importancia estratégica le sirvió para ubicar allí una pulpería que ya en la primera década de 1800 se había transformado en Estanco de Tabacos, categoría solo permitida a algunos establecimientos con estrictos controles estatales como los que a su vez regían el juego de naipes. Estas características distinguieron aquellos terrenos que desde épocas tempranas estuvieron administrados por familias de importante posición social, a pesar de que la historia conocida los menciona como simples arrendatarios rurales sin hacer mención de su pertenencia a importantes redes de parentesco que brindaban buenas oportunidades para los negocios.
En uno de los censos de población realizado a principios de 18003 se consignan los nombres de los habitantes de la chacra figurando Juan Pedro Córdova, su esposa Rosa Zamudio, sus hijos María Mercedes y José León y el pulpero Cosme Palacios. Le sigue un listado de nombres donde el primero Francisco aparece como “Esclavo” y a continuación Juan, Joaquín, Alamacia, Nicolás y Vicente, este último mencionado como “Liberto”. Tanto Juan Pedro Córdova como Maria Mercedes su hija y única heredera formaron parte de la VOT, Venerable Orden Tercera Franciscana que agrupaba a los vecinos mas encumbrados de la ciudad. Esta última alcanzo el grado de Abadesa en el año 1826.4
Dejando de lado el resto de las instalaciones con las que seguramente contaba tal extensión, todas las referencias apuntan a la llamada “casa histórica” señalando que se ubicaba en la manzana de las calles San Blas, Moliere, Camarones y Virgilio en el actual barrio de Villa Luro y habría sido demolida hacia 1940. Cunietti menciona el relevamiento aéreo realizado en 1925 por la Municipalidad5 y lo que sería el único registro fotográfico de la casa conocido hasta el momento. (fig. 3). Allí se observa un rectángulo algo borroso que ubica su eje longitudinal de norte a sur mostrando un supuesto frente hacia el este y una especie de cerco hacia el oeste a modo de patio trasero. Otras fuentes estudiadas con posterioridad nos permitirían afirmar que la casa pudo haber sido demolida entre los años 1926 y 1929.
Cunietti realiza un trabajo de retrospectiva histórica que no solo permite conocer el protagonismo que el establecimiento tuvo en el pasado sino que además aporta datos relacionados con el aspecto constructivo y tipológico rescatado de las sucesiones y testamentarias a las que tuvo acceso. Allí se evidencia que el mayor progreso constructivo se llevó a cabo a lo largo del siglo XVIII, cuando los sucesivos propietarios fueron realizando ampliaciones y mejoras sobre el casco original. Así describe el estado de la chacra cerca de 1815:
Las casas principales estaban ubicadas a inmediaciones de la actual calle Moliere entre San Blas y Camarones y eran importantes construcciones hechas al estilo de la época, es decir con gruesas paredes, techos de teja y galerías de tirantes de palma. Contaba la casa con una sala principal y siete piezas interiores con cinco ventanas de reja forjadas de hierro, un corredor que daba al patio donde salían otros cinco cuartos, una cocina con corredor y una puerta de calle con su zaguán y altillo. Estos edificios estaban construidos en un terreno alto, rodeado de árboles, resaltando especialmente los cinco ombùes y los talas y espinillos que rodeaban la casa. El conjunto se completaba con una capilla, un granero y la pulpería.
Mas allá elevaba su figura un palomar y en el patio, a la sombra de nueve higueras, dos pozos de balde y un horno” 6
Sin adentrarnos demasiado en el aspecto histórico del lugar ya que su sola antigüedad lo hace digno de estudio podríamos mencionar como dato sobresaliente la parada que realizara el virrey Sobre Monte en su camino a Córdoba luego de entregar la Plaza al general Beresford en 1806:
“… Dicho esto y sin esperar a más nos hizo caminar en su seguimiento como lo ejecutamos a pesar de toda la fuerte lluvia hasta la chacra de don Juan Pedro Córdova a donde llegamos cerca de las dos de la tarde. Echó pie a tierra S.E. y se metió en la casa de la misma chacra en donde se hallaba la virreina con sus hijos y el Inspector. Se nos mandó que nos apeásemos conservando los caballos del diestro, lo que así se hizo por todos los Soldados y oficiales a excepción de los Comandantes y jefes principales de los cuerpos que pudieran refugiarse en los corredores de la misma casa, sin que en las viviendas de ella (que ocupaba el Virrey son su familia y el Sub-Inspector) pudiese entrar otro que el Coronel, Comandante de Blandengues don Nicolás de la Quintana y los demás que tenían alguna relación de parentesco con este y S.E. …” 7
Cunietti por su parte destaca la visita del Virrey pero se aleja de cualquier hipótesis acerca de una residencia virreinal como afirman otros historiadores. También allí la Primera Junta pasó revista a las tropas del primer ejército patrio en junio de 1810 antes de su salida hacia el norte y ya en tiempos de Rosas algunas instalaciones de la chacra habrían funcionado como lugar de detención al estilo Las Crujías o La Chacarita. Juan Pedro Córdova recibiría mas tarde algunas tierras a orillas del Río Reconquista en compensación por los servicios prestados.
Otros autores y publicaciones hicieron referencia a la existencia de un caserón de grandes proporciones y características muy distintivas en aquel paraje. Sin dudas la mas importante no solo por la descripción sino porque además aporta 3 fotografías es la que apareció en el año 1911 en el diario La Prensa. La nota describe como llegar hasta allí mencionando las calles y agregando entre otros datos:
“La casa debe haber sido en los tiempos de su construcción, poco menos que un palacio y seguramente habrá pertenecido a persona altamente colocada. No se puede concebir que hace catorce décadas se construyera en aquellos parajes, distante de lo que entonces formaba la ciudad, una casa de catorce habitaciones, dispuestas en torno de un patio, de manera que todas ellas dan con sus ventanas y sus puertas a éste, teniendo algunas de las habitaciones hogares de mármol y adornada en su frente por una baranda de hierro no muy trabajada como podía hacerse en aquel entonces; no se puede concebir, decimos que tal casa perteneciera a cualquier habitante y es mas fácil creer en lo que dice la tradición, aunque ella no se presente hasta ahora concluyente en sus determinaciones. “ 8
Las imágenes allí publicadas pueden compararse con la fotografía aérea de 1925 y todas demuestran una correspondencia absoluta pudiendo establecerse que además de la ubicación geográfica mencionada por el autor, pertenecen al mismo edificio pero con una diferencia de mas de 14 años, dato no menor para una casona cuya construcción podría haber comenzado durante el siglo XVIII, es decir que para entonces llevaba allí casi dos siglos. Fue a partir de las únicas 4 imágenes conocidas de la casa que realizamos en 2008 una reconstrucción digital que aquí mostramos. (figs. 4 y 5)
También mencionaron la casa Enrique Udaondo en su libro sobre árboles históricos9, Félix Visillac, en una evocación del barrio de Flores10 y Hugo Corradi en su historia de los barrios del oeste porteño. Este último planteaba que el casco de la chacra se habría ubicado en las inmediaciones de las calles Álvarez Jonte y Bermúdez a diferencia del caserón ubicado “un poco al sur-oeste”11 identificando a este último directamente como una “residencia veraniega” utilizada por Sobre Monte pero dentro de los límites de las tierras de Juan Pedro Córdova. Corradi no aporta documentación a sus afirmaciones a pesar de su reconocida trayectoria como historiador de los barrios del oeste habiendo sido también durante muchos años director del Museo del Cabildo.
Más recientemente Juan José Vence y Marcelo Costa se ocuparon de la historia de la Chacra y de su difusión por medio de publicaciones y estudios que han aportando al conocimiento de su pasado. La publicación barrial “Mirando al Oeste” es un ejemplo de ello.
A través de la superposición de la fotografía aérea tomada en 1925 y las imágenes satelitales disponibles actualmente, es posible hacer una aproximación de las parcelas que la construcción ocuparía hoy en día para permitir la delimitación del área sobre la cual realizar pruebas de campo en busca de material arqueológico.
Otro aspecto interesante para analizar es la ubicación que muestra la imagen y su relación con la topografía. Recorriendo la calle Moliere en dirección a la avenida Juan B. Justo se aprecia una pendiente muy pronunciada hacia lo que seria el valle del antiguo Maldonado. Concluimos que el casco se encontraría sobre el límite de la barranca previo al valle del arroyo distante de la misma unos 600 metros sobre un eje recto en dirección norte sur coincidente con la planta del edificio. Es lógica la ubicación respecto de la única fuente natural de provisión de agua y lo es también respecto de la protección que la mayor altura ofrecía contra los desbordes del arroyo. La imagen hace evidente la disparidad entre la construcción y el tejido- trama circundante. (fig. 3)
Se deduce que la planta estaba dispuesta por una serie de cuartos contiguos formando una letra “U” completada con una galería de palos de palma y teja o paja. Un ejemplo muy típico lo representa el casco de la antigua estanzuela de Juan Antonio de Santa Coloma en Bernal cerca de la barranca o la casa principal de la que fuera la chacra del Perdriel, actual Museo José Hernández en San Martín. En ambos casos su frente esta orientado hacia el este. Otro edificio referente se encuentra hoy muy bien conservado a orillas de la laguna de Chascomús conocido con el nombre de “La Alameda”, antiguo casco de la estancia homónima rescatado como centro de la cocina campera bonaerense.
Con el tiempo los antiguos caminos fueron reemplazados por arterias que cumplieron un rol fundamental en el trazado de la ciudad como la avenida Rivadavia y el Ferrocarril revalorizando la zona y produciendo loteos que terminaron por fragmentar aquellas extensas propiedades originales. Prueba de ello es un aviso publicado también en el diario La Prensa donde se ofrecen a la venta los nuevos terrenos:
La antigua quinta conocida por residencia de los Virreyes, 159 lotes sobre una loma. A cinco cuadras al Norte de Rivadavia, a cuatro de la futura estación Villa Luro y una del boulevard Gaona. El tranvía eléctrico por Rivadavia se inaugurará en el corriente mes y el subterráneo, cuyos trabajos deben iniciarse en breve, dejaran al público en pocos minutos en la plaza Mayo. Los terrenos en venta dan frente a las calles Virgilio, Moliere, San Blas, San Matías y Camarones.
Tren especial gratis desde la estación Once a la 1 p.m. Además del tren especial, los tranvías números 1 y 2 del Anglo Argentino dejan a los interesados en la esquina de Rivadavia y Lacarra, donde habrá el día del remate automóviles que los conducirá al terreno en venta. Planos e informes, Rivadavia 549 .- M. T. Duran. 12
CONCLUSIONES
Conocidos los aspectos fundamentales y el contexto donde se desarrollaron los acontecimientos en esta parte del la antigua campaña bonaerense próxima a la vieja ciudad, reafirmamos la necesidad de posicionar el tema en el contexto de la investigación académica para acrecentar nuestro conocimiento de este y otros establecimientos que dieron origen al poblamiento de un campo que hoy es plena ciudad.
Las actividades allí desarrolladas, los hombres y mujeres que las protagonizaron, las estructuras edilicias que los albergaron y las condiciones sociales, políticas y económicas imperantes en cada período pueden ser abordados por medio de este y otros estudios. Es una tarea de rescate, no solo del sector estudiado sino de un contexto mayor del que era apenas una parte. En el caso particular de la chacra interesa además conocer mucho mas sobre su conformación física, ya que de las fuentes estudiadas hasta ahora no es posible definir con certeza la ubicación y el numero de sus edificios principales. Profundizar el estudio de sus aspectos históricos, también permitirá rectificar o ratificar si realmente se ubicó allí un edificio que pudo haber servido de residencia a virreyes como Vértiz o Sobre Monte. No caben dudas de que por sus características constructivas, su escala, su ubicación estratégica y su valor productivo pudieron haber habitado allí “personas altamente colocadas” mas aun cuando se estudian sus vinculaciones sociales y comerciales. En este sentido las imágenes aparecidas en el diario La Prensa son contundentes.
Como se dijo al comienzo esperamos que la relevancia del sitio estudiado le otorgue el mérito de ser incluido en el Plano del Potencial Arqueológico de Buenos Aires junto a otros que seguramente irán surgiendo más allá de los circuitos tradicionales de estudio. Es posible que sumados los esfuerzos y alcanzados los medios y los conocimientos necesarios para realizar una futura prueba de campo, logremos hallar vestigios materiales de su silenciada existencia.
Referencias
- Cunietti-Ferrando Arnaldo, Monte Castro, de la Chacra al Barrio, Casa Pardo S.A., Buenos Aires 1970.
- Salas Adela, Población y sociedad (1700-1765), Academia Nacional de la Historia, Universidad del Salvador, 2006.
- Censo del partido de San José de Flores, 1815. A.G.N.
- Udaondo Enrique, Crónica Histórica de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de la Republica Argentina, Buenos Aires, 1930.
- Planchetas del relevamiento aerofotográfico de 1925, AIHCBA.
- Cunietti-Ferrando Arnaldo, Op. Cit.
- Diario de Pedro A. Cerviño, del ataque de los ingleses a Buenos Aires desde el 17 hasta el 30 de junio de 1806, publicado en Klaus Gallo, Las Invasiones Inglesas, Eudeba, Buenos Aires, 2004.
- Datos aportados por el Sr. Juan José Vence, ex presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Luro.
- Udaondo Enrique, Árboles históricos de la Republica Argentina, Bs. As., 1935.
- Visillac Félix B., Evocación de San José de Flores, 1942.
- Corradi Hugo, Guía Antigua del Oeste Porteño, Cuadernos de Buenos Aires XXX, 1969
- Diario La Prensa, Junio de 1911, edición microfilmada, archivo de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
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- Segunda parte de este informe: “Redes de amistad y parentesco en torno a la Chacra de Castro en el período 1781-1831” del Arq. Alejandro E. Maddonni, presentado el 24 de abril de 2018.
URL: http://www.iaa.fadu.uba.ar/cau/?p=8546
1 respuesta
[…] El presente artículo es la segunda parte de un trabajo realizado por el Arq. Alejandro E. Maddonni llamado “La Chacra de Castro. Introducción a la búsqueda de su casco en el corazón de la ciudad” presentado el 3 de diciembre de 2013. http://www.iaa.fadu.uba.ar/cau/?p=4196 […]