Hallazgos arqueológicos en la Casa de Liniers: rompiendo vidrio
Estas notas tienen por objeto mantener a los interesados en contacto con las excavaciones y hallazgos que se llevan a cabo en el trabajo encarado por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dado el interés que ha despertado este conjunto de los siglos XVII y XVIII debajo de la que fuera la casa del Virrey Liniers en San Telmo. En este artículo, que es el número 22 de la serie y escrito en el año 2012, se hace mención a los hallazgos de diversos objetos de vidrio como botellas y espejos.
La excavación dentro (o debajo, deberíamos decir) de la que se conoce como Casa del Virrey Liniers ha mostrado restos de los siglos XVIII e incluso del escurridizo XVII. Esto ha sido muy interesante por varios motivos algunos obvios en una ciudad tan destruida como Buenos Aires. Pero ha resultado un interesante ejercicio arqueológico el fechar el lugar a través de los materiales y no por técnicas físico-químicas, como el Carbono 14, porque consideramos que para estos fechamientos es más exacto el ojo y la experiencia que la máquina.
Los vidrios, o fragmentos de objetos hechos de vidrio, son un elemento que ayuda en mucho ya que marcan con precisión épocas, de fabricación al menos ya que su descarte pudo ser muy posterior. Pero al menos nos da fechas que, relacionadas con su ubicación estratigráfica y los demás materiales, ayudan y mucho.
Lo que hemos encontrado es:
Vidrios siglo XVII e inicios del XVIII
Se trata de fragmentos de floreros, jarras y vasos en extremo delicados, soplados, color tierra muy claro, con burbujas en la pasta y brillo en superficie, formas complejas, curvas, evidencias del soplado sin molde alguno. Es lo que en su tiempo se llamaba cristal aunque no lo fuese realmente. Por ahora representan el 41,09 % de lo encontrado.
Se trata de vasos u objetos hechos en un vidrio de menor calidad, ya usando moldes para hacerle superficies curvas a los vasos, marcas de soplado, color transparente, pasta con poca burbuja, mayor calidad y menor belleza al masificarse el uso. Forman un 4 % del total.
Botellas de fines del siglo XVIII e inicios del XIX
Se trata de botellas de base cuadrada de gran tamaño, que venían en frasqueras desde España. Era cajones de madera con divisiones internas forradas en tela (hay varios ejemplos en el Museo de Luján) en que entraba una botella en cada una, para protegerlas en el viaje. Las paredes son planas, el cuello muy bajo y el pico redondeado y simple para colocarle un capuchón de metal (no existía el corcho). Eran aun objetos de lujo.
Estas botellas se remontan al siglo XVII pero por lo general esas son de colores claros, verde agua, aguamarina, celeste, azul claro. En este caso todas son del típico color llamado “negro” pese a que es realmente un verde muy oscuro producto de las impurezas y mala calidad de la pasta del vidrio; por lo general son siempre del fin del XVIII. Desaparecen cuando se industrializa el vidrio a gran escala y son reemplazadas por unas similares pero menores, las llamadas “de ginebra holandesa”, que son de la mitad de tamaño y con otro tipo de pico, ya para corcho. Son el 53,4 % de los vidrios hasta ahora contabilizados.
Vidrio del siglo XIX
Al levantarse el piso de cemento que cubría los restos de cimientos antiguos se hallaron tres fragmentos de vidrio del siglo XIX. Si bien se hacían de manera industrial desde poco antes, por el contexto debieron entrar en la manufactura del piso mismo y hasta podrían ser del siglo XX. Se trata de parte de copas de vidrio de mala calidad, hechos en moldes. Representan el 0,4 % del total.
Espejos
Dos fragmento de vidrio plano de poco mas de 1 mm de espesor, cubiertos al parecer a de nitrato de plata (a comprobar), parecen provenir como es habitual en esos tiempos de espejos de pequeño tamaño. En este caso su forma debió ser cuadrada. Por cierto son más comunes en contextos del siglo XIX. Son el 0,3 % de lo excavado.
Creemos de esta forma que los objetos de vidrio reafirman el fechamiento y uso doméstico del sitio y su desarrollo en el tiempo, desde el siglo XVII a finales del XVIII, con intrusiones del XIX. Lógicamente estudios ulteriores, una vez completada la excavación, permitirá llegar a conclusiones más exactas, al menos hasta ahora reconfirman lo que los demás materiales culturales han demostrado.
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[…] y se abandonó el mercurio cuyo manejo afecta seriamente la salud. Esto confirmó el avance de la Nota XXII de esta […]
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