Hallazgos arqueológicos en la Casa de Liniers: intrusos antiguos y modernos (valvas de moluscos)
Estas notas tienen por objeto mantener a los interesados en contacto con las excavaciones y hallazgos que se llevan a cabo en el trabajo encarado por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dado el interés que ha despertado este conjunto de los siglos XVII y XVIII debajo de la que fuera la casa del Virrey Liniers en San Telmo. En este artículo, que es el número 21 de la serie y escrito por Mario Silveira y Horacio Padula en el año 2012, se hace mención a los hallazgos de valvas de moluscos.
Entre los múltiples hallazgos ocurridos en la excavación realizada en la casa que habitualmente se denomina como del Virrey Liniers, se encontraron valvas de moluscos, once de ellas se han identificado como pertenecientes al género Glycimeris sp. Estas valvas se encuentran fosilizadas, en estado de disolución producida por encontrarse en un medio ácido (pH bajo) y corresponden a la fauna entrerriense producto de la transgresión marina acontecida a partir del Mioceno medio. La ingresión de este mar se produjo por el Río de la Plata y la cuenca del Salado (provincia de Buenos Aires). Abarcaba casi la totalidad de la llanura chaco-pampena extendiéndose hasta el sur de Brasil, Bolivia y Paraguay. Hacia el sur abarcó la península de Valdés, lugar donde esta fauna fósil está muy bien representada.
Su presencia en la excavación crea interrogantes ya que en los anteriores hallazgos en esta ciudad éstas nunca no se encuentran cercanas a la superficie, si no que están a importantes profundidades. Fueron halladas en la excavación del Puente Alsina en la década de 1930, en perforaciones realizadas en el Riachuelo y alguna otra excavación ocurrida para los cimientos de altos edificios.
Sin duda que esta presencia es debido al transporte de sedimentos recuperados en profundidades como las mencionadas; en otras palabras son restos intrusivos.
También se han hallados valvas de otros bivalvos como Erodoma mactroides y Corbula sp pero corresponden a sedimentos recientes y son especies actuales. Es muy probable que estas últimas se hayan incorporado con la arena utilizada para la construcción o quizás en la cal que se utilizaba procedente de los sedimentos conocidos como Belgranenses (de hace unos 100.000 años), de hecho algunas de estas conchillas aún presentan sus concavidades rellenas por sedimento calcáreo.