Hallazgos arqueológicos en la Casa de Liniers: sobre las cuentas de vidrio y de cómo se encontraron
Estas notas tienen por objeto mantener a los interesados en contacto con las excavaciones y hallazgos que se llevan a cabo en el trabajo encarado por la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico, dado el interés que ha despertado este conjunto de los siglos XVII y XVIII debajo de la que fuera la casa del Virrey Liniers en San Telmo. En este artículo, que es el número 13 de la serie y escrito por Odlanyer Hernández de Lara y Eva Bernat en el año 2012, se hace referencia a las cuentas de vidrio y de cómo se hallaron.
Una de las características de la arqueología que la mayoría de las personas suele tener muy presente es la minuciosidad y cuidado con el que se trabaja durante la excavación, cucharín y pinceles mediante. Aunque esta apreciación es cierta, en algunas ocasiones también pueden usarse otras técnicas, que dependen del contexto en estudio y de las preguntas de investigación, en algunos casos orientadas hacia la recuperación de materiales muy pequeños. Lo cierto es que estas técnicas nos permiten hallar artefactos minúsculos que suelen pasar desapercibidos entre el sedimento, durante la excavación.
En esta ocasión, presentamos un pequeño grupo de cuentas de collar (ocho hasta el momento) que hemos recuperado en la excavación de la casa del Virrey Liniers. Estas cuentas, por lo general fabricadas en vidrio, oscilan entre los 2 y 7 milímetros, y aparecen en diversos colores como azul, verde, marrón y blanco, ya sean opacos o traslúcidos.
Las cuentas de vidrio fueron traídas en grandes cantidades hacia América desde el siglo XVI, sobre todo para rosarios y collares, aunque también se utilizaron, en algunos casos, como amuletos (ensartadas o cosidas a la ropa). Las que nos ocupan parecen haber sido ensartadas probablemente en algún tipo de collar, aunque dos de ellas pueden corresponder a un rosario. Algunas de las cuentas presentan desgaste en la parte del orificio que nos permite inferir que fueron ensartadas.
Sólo una de ellas ha sido hallada durante el proceso de excavación; el resto apareció luego de lavar el sedimento, balde por balde, colocando pequeños puñados de tierra sobre un colador bajo el agua hasta que desaparezca la tierra y quede solo el material asociado a ella. A esto le sigue un paciente trabajo de búsqueda con lupas y pinzas, que nos permitió recuperar además de las cuentas, vertebras de pescado, escamas y semillas, entre otros restos muy pequeños.