Diario La Nación, 3 de febrero de 2006
Artículo publicado en el portal de La Nación On Line el 3 de febrero de 2006, escrito por la periodista Graciela Lehmann, acerca de las excavaciones realizadas en el barrio de la Boca en la búsqueda de los primeros rastros de la fundación de la ciudad de Buenos Aires.
A 470 años de la llegada de Pedro de Mendoza
BUSCAN EN LA BOCA LOS PRIMEROS RASTROS DE BUENOS AIRES
Arqueólogos comenzaron a excavar
* Dirige los trabajos el investigador Daniel Schávelzon
* Se descartan las hipótesis tradicionales que localizaban el lugar en parque Lezama, Escobar o Ingeniero Maschwitz
Por Graciela Lehmann
Misteriosa e imprecisa. Así fue la primera fundación de Buenos Aires. A 470 años de la llegada a la cuenca del Plata del adelantado don Pedro de Mendoza, el único dato preciso es que fue en 1536 -la fecha oficial convenida es el 2 de febrero-, pero el sitio exacto en el que se instalaron los españoles aún es un enigma.
Desde el año pasado, un grupo de arqueólogos de la Universidad de Buenos Aires desarrolla el proyecto Primera Fundación de Buenos Aires con el objetivo de develar el misterio y aproximarse un poco más a la verdad. En junio de 2005, el equipo dirigido por Marcelo Weissel comenzó la primera etapa de sus trabajos de campo con una serie de excavaciones en la zona de La Boca, a orillas del Riachuelo.
Hasta ahora no hay resultados definitivos. Pero se busca localizar la existencia de una península, que habría tenido cinco metros de altura sobre el nivel del Riachuelo, que podría haber sido utilizada como lugar de desembarco y asentamiento.
“Durante mucho tiempo se abordó el tema de la primera fundación a partir de imprecisiones. Pero al menos eran imprecisiones claras”, dijo el arquitecto Daniel Schávelzon, director del programa, a LA NACION. “Ahora, después de 20 años de excavar, arqueológicamente no hay pruebas en los lugares que siempre se tomaron como hipotéticos. Ninguno de los historiadores tenía razón. Lo que sí sabemos con certeza es que el primer asentamiento no estuvo en las tierras altas, como parque Lezama, sino en las zonas bajas”, dijo enfático.
El historiador Félix Luna, consultado por LA NACION, comentó que “desde parque Lezama hasta Escobar, muchos son los lugares que se han propuesto como candidatos de la primera fundación”.
Nueva Pompeya, Maschwitz y San Telmo también forman parte del escenario imaginado para la primera fundación, en una expedición de 1500 hombres y unas pocas mujeres.
El equipo que dirige Schavelzon está integrado por arqueólogos, geomorfólogos y especialistas en cambios de clima. “Hay que repensar la fundación a partir de los recursos que tenemos hoy”, dijo el investigador. Y advirtió que para precisar el sitio “hay que tener en cuenta que el cauce del río ha cambiado y hubo un proceso de transformación muy fuerte en el terreno”.
La fecha exacta siempre ha sido problemática. Se sabe que fue en 1536, aunque durante mucho tiempo se pensó en 1535. Fue el empresario Eduardo Madero quien confirmó el año, tras encontrar documentos que demostraban que Mendoza se encontraba en España en 1535. “El año es 1536, pero el día es difícil de precisar. Tal vez comenzaron a desembarcar el 2 de febrero y terminaron el 3 o el 4, por eso no hay acuerdo”, señala Luna. Oficialmente se fijó el 2 de febrero, día de la Candelaria.
Provisional Buenos Aires
El asentamiento que establecieron los españoles en una “tierra mágica, azulada y verdosa” inspiró a poetas y escritores como Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Lainez, Enrique Larreta y Nicolás Cócaro. Pero bajo la mirada realista de los investigadores de hoy, la primera Buenos Aires inspira imágenes menos románticas.
“Para mí no fue una fundación”, dijo Félix Luna. “Lo que hizo Mendoza fue un establecimiento provisional y no se cumplió con ninguno de los pasos necesarios para fundar una ciudad”, agregó. “De hecho, se despobló cuatro años más tarde, porque no cumplía ninguna función. Quedaban muy pocos habitantes y Asunción era mucho más importante.” Tanto que desde allí se organizó la expedición para realizar la segunda fundación, al mando de Juan de Garay, en 1580.
Schavelzon asegura que la primera fue “un rancherío infecto, donde los españoles se instalaban cuando no estaban en sus barcos. No tenían la intención de fundar una ciudad. Venían por el oro y el pillaje”.
Un soldado alemán que formaba parte de la expedición dejó su testimonio: “Yo, Ulrico Schmidl, digo: fundamos una población, creamos una esperanza, pero ¿había oro? El oro yace en la memoria de los libros”.
Schmidl también captó en su libro “Viaje al Río de la Plata” cómo se levantó el poblado con una casa-fuerte para el capitán y un muro de tierra, “que hoy se levantaba y mañana se venía de nuevo al suelo”.
Así de precaria e improvisada, con enigmas aún por resolver, fue la primera Buenos Aires.
Link a la página del diario La Nación
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