Informe de actividades septiembre – octubre 2007
El objetivo planteado para las tareas desarrolladas en el curso del período comprendido entre septiembre y octubre del corriente se enfocó en: desarrollar tareas de prospección, sondeo y excavación, con el objeto de: a) establecer las características edafológicas y estratigráficas del terreno relacionándolas con los datos obtenidos anteriormente; b) detectar zonas de potencial concentración de material arqueológico y c) identificar la presencia de material asignables al siglo XVI.
La experiencia acumulada en el curso de los anteriores períodos de excavación permitió ampliar la prospección del área de búsqueda del emplazamiento de la Buenos Aires de Pedro de Mendoza. En función de ello presentamos en este caso tanto los resultados de nuestras propias excavaciones arqueológicas como la información que pudimos capitalizar, arqueológicamente hablando, de otros tipos de intervenciones tendientes a la refacción y mantenimiento infraestructural de la ciudad llevados a cabo por diferentes empresas contratistas cuyos empleados nos permitieron registrarla.
El presente informe fue desarrollado por Daniel González Lens y con la colaboración de Gustavo Negri.
Intervenciones
Pinzón al 500 (La Boca)
Descripción:
Se trata de una perforación, en plena vía pública, realizada por la empresa prestadora de servicios para reparar un caño cloacal antiguo que estaba fuera de funcionamiento a fin de repararlo para ponerlo nuevamente en funciones.
Intervención:
En principio, y al no conocerse la profundidad a la que se encontraba el caño que se debía reparar se practicó una perforación de 1 m x 0,70 m (tipo transecta) que no superaba el metro de profundidad. Los primeros estratos sedimentarios habían sufrido numerosas alteraciones recientes, aparentemente con diferentes objetivos; el material cultural asociado que pudo observarse in situ pertenecía a décadas muy recientes del siglo XX. Al hacerse evidente que la perforación no permitía avanzar en profundidad, se practicó una ampliación que alcanzó 1 x 2 m y 3 de profundidad. A medida que se extraía la tierra fue revisada exhaustivamente a ojo desnudo. A partir de los 2,50 m el agua de napa anegó la perforación y complicó los trabajos de modo que se decidió poner en funcionamiento una bomba de desagote. Hasta los 3 m de profundidad el contexto se presentaba uniforme, compuesto por estratos muy removidos en las sucesivas perforaciones para instalar y/o reparar diversas cañerías. Se decidió entonces, a instancias del equipo de arqueología, profundizar la excavación hasta alcanzar el primer estrato natural que pudiera observarse. El mismo se extendía desde los 3,10 m hasta los 3,50 y estaba compuesto de arcilla muy compactada de color pardo/verdoso.
Resultados:
Existe gran dificultad en sondear amplios sectores del barrio de La Boca ya que los mismos se encuentran cubiertos por construcciones o gruesas capas de hormigón. El aprovechamiento en este sentido de las diversas obra públicas que se realizan son de vital importancia, no sólo para detectar la presencia/ausencia de materiales culturales que puedan pertenecer a la primera fundación de Buenos Aires sino para establecer el perfil estratigráfico a fin de determinar antiguas cotas de nivel del suelo y/o los cambios en el curso de Riachuelo a través de los siglos.
Por otra parte, en este caso puntual, hemos podido establecer la profundidad mínima que deberían tener futuros sondeos arqueológicos en este sector del barrio de La Boca. El material asociado al primer estrato puede ser asignado a mediados del siglo XX y a tiempos posteriores, mientras que el segundo estrato identificado podría ser algo más antiguo, quizás de principios del siglo XX o fines del XIX, pero la ausencia de material diagnostico dificulta el establecer una cronología precisa. La capa de arcilla no posee ningún tipo de material cultural y por el momento debe ser interpretada como un nivel natural. Es decir que futuras excavaciones en este sector del barrio deberían superar los 3m de profundidad para detectar materiales anteriores al siglo XIX, en caso de hallarse contextos poco modificados o escasamente removidos.
Anchoris y A. Alcorta
Intervención:
Se realizó una intervención expeditiva aprovechando obras de refacción de un caño de agua potable que habían perforado la capa de asfalto y el empedrado de la calle. Dentro del pozo –abierto por la prestadora de servicios- pudimos excavar escasos 20 cm., luego de lo cual debimos abandonar la excavación por la creciente inquietud de los vecinos que no sabían qué estábamos haciendo y amenazaron con llamar a las autoridades para que controlaran nuestra actividad.
Resultados:
Se detectó material perteneciente al siglo XIX en una capa que se extiende por debajo del viejo empedrado de la calle Anchoris. El contexto no era demasiado claro al momento de la excavación y dado que dispusimos de poco tiempo en la intervención no pudimos terminar de establecer si se trataba de un contexto doméstico o de relleno. De cualquier forma el registro pertenece a un momento anterior al empedrado de la calle, lo que supone una primera indicación concreta de temporalidad. Se pudo registrar la estratigrafía del lugar aprovechando las mencionadas obras de refacción y esto nos brinda una importante información para un sector de la ciudad que de otra manera hubiera sido inaccesible.
Pueden verse fotos de los perfiles y materiales en Anchoris y A. Alcorta.
Brandsen 2800
Se trata de una casa con almacén y bar en la esquina construida a principios del siglo XX. Hoy funciona un taller mecánico de manera más o menos informal. La posibilidad de excavar en el sitio surgió cuando, al fotografiar algunas características arquitectónicas de la fachada, se nos acercó el dueño de la propiedad con quién establecimos de inmediato buena relación. Tal es así que nos permitió excavar en el fondo de la propiedad donde le causamos un sinnúmero de molestias que parecían no molestarle y por eso le estamos agradecidos.
Intervención:
El poco espacio disponible para la intervención, como se puede apreciar en la fotos, hizo que pudiéramos abrir una única cuadrícula de tan sólo 1m x 1m debajo de un viejo automóvil que debió correrse al empezar y finalizar los trabajos de cada jornada. La metodología empleada fue la excavación por niveles artificiales de 10 cm. y a partir de 1,10 mt de profundidad (donde detectamos la ausencia de material arqueológico) utilizamos pala vizcachera para avanzar más rápido hacia el objetivo de establecer el perfil estratigráfico del sector. Hemos alcanzado una profundidad total en la excavación de 2,55 mt.
Los primeros dos niveles estaban compuestos por tierra y diversos desechos recientes que no levantamos. A los 24 cm. de profundidad (en el tercer nivel) encontramos un piso consolidado con fragmentos de escombros y baldosas de principios del siglo XX Brandsen2800\materiales\20-30. Debajo de este piso consolidado excavamos sobre lo que, en principio, parece ser un contexto de relleno doméstico; es decir que, probablemente, los mismos antiguos dueños del solar hayan ido depositando tierra junto con desechos domésticos varios. La matriz en que se depositaron estos desechos es una especie de limo o loes rojizo. Dicho relleno posee una potencia de aproximadamente 60 cm., donde los últimos 30 se depositan en una matriz sedimentaria mucho más arcillosa y con menor densidad de materiales arqueológicos. A los 90 cm. de profundidad y con una potencia media de 15 cm. hallamos un nivel compuesto casi exclusivamente de fragmentos de tejas musleras y ladrillos; en este nivel pudimos recuperar otro fragmento de pipa de caolín y algunos fragmentos de materiales muy deteriorados y de difícil identificación.
Entre los materiales recuperados podemos mencionar especialmente loza inglesa y francesa, porcelana, gres, cerámica vidriada, fragmentos de teja muslera, de azulejos Pais de Calais y de pipas de caolín. Entre los huesos recuperados pudimos identificar hasta el momento Bos taurus, Gallus gallus y Ovis sp.
Es altamente recomendable que se continúen a futuro las excavaciones en este sitio, dado que el mismo parece prometer grandes hallazgos. Un dato interesante es que se encuentra en una zona más o menos elevada de la ciudad y relativamente cercano al Riachuelo lo que lo convertiría en un lugar ideal para el emplazamiento de la primera Buenos Aires. Por otra parte el haber hallado un fragmento de hueso cortado con hacha en un estrato por completo diferente a los contextos comunes para el siglo XIX (ver perfil en 1,5 mt de profundidad) nos invita a intensificar las excavaciones en este sector de la ciudad a fin de hallar materiales asociados a este nivel que nos aporten indicios cronológicos más precisos.
Vélez Sarsfield y Los Patos
Descripción:
Sobre la Avenida Vélez Sarsfield entre Los Patos y Uspallata se estaban realizando obras de mantenimiento y refacción de la red de agua potable. Se utilizaron las perforaciones que había realizado la empresa contratista y atravesaban diferentes sectores de la vereda oeste de la avenida.
Intervención:
Aprovechamos la oportunidad para trabajar en el sitio y en los casos en que nos fue posible profundizamos la excavación hasta 1,20 m. Lamentablemente no nos autorizaron a trabajar el sitio con la pala vizcachera. Hemos revisado la tierra extraída por los obreros y tomado de la misma algunos materiales que pudieran ser diagnósticos cronológicamente ya que en todos los casos pudimos confirmar que el material procedía de un nivel que iba desde los 0,65 m a los 1 m de profundidad.
La potencia del mencionado estrato con material arqueológico perteneciente a los siglos XIX y XX se iba reduciendo en la medida que nos alejábamos de la calle Uspallata y nos acercábamos a Los Patos donde ya desaparecía por completo. A medida que nos acercábamos a la esquina de Los Patos un estrato de tierra negra sin material arqueológico de hacía cada vez más potente. El mismo aparecía a mitad de cuadra y al llegar a la mencionada esquina se extendía desde una profundidad de 0,70 m hasta el final de los sondeos a 1,20 m. Lamentablemente no disponíamos de permiso para trabajar cómodamente el sitio y tomar más datos que nos permitieran arriesgar una hipótesis al respecto. Los perfiles estratigráficos se encuentran en proceso de estudio y no están disponibles aún pero podemos por el momento mostrar esquemáticamente lo hallado.
Vélez Sarsfield y A. Alcorta
Descripción:
De los pocos espacios libres que quedan en la ciudad para ser excavados -o al menos sondeados para evaluar si vale o no la pena excavar- los canteros son buenos candidatos porque es el único espacio de tierra libre (si es que no están rotas las veredas). En este caso encontramos dos canteros en los que no se había plantado ningún árbol y si los hubo en algún momento ya no estaban. Dichos canteros se encuentran separados entre sí unos 35 mts. el primero está cerca de la esquina de las mencionadas avenidas y el segundo, por la misma vereda sur de A. Alcorta.
Intervención:
Se practicaron dos sondeos con pala vizcachera registrándose cuidadosamente las características estratigráficas. El perfil que presentamos aquí corresponde al Sondeo 1 que se realizó prácticamente en la esquina de las dos avenidas. No se recuperó material arqueológico diagnóstico de ningún tipo, sólo pequeños fragmentos de ladrillo y mamposterías que corresponden sin duda al siglo XX en el segundo estrato. Por ejemplo, a los 60 cm. de profundidad salió una baldosa de cemento negro moderna. A los 2 mts debimos abandonar el sondeo por el desmoronamiento de los bordes dado que el sedimento era arenoso, muy húmedo y poco consolidado. El segundo sondeo no arrojó resultado alguno puesto que al metro y medio debimos abandonarlo por no poder atravesar una cantidad importante de raíces que a tal profundidad se hacían inalcanzables para las herramientas con que contábamos.
Resultados
A partir de los datos estratigráficos obtenidos podríamos pensar que por este sector discurría un antiguo meandro del Riachuelo. Claro que esto es todavía a nivel de hipótesis que falta contrastar con la superposición de planos históricos y nuevas excavaciones en el sector.
Suárez y Lafayette
Descripción
Nuevamente se trata de dos canteros emplazados en la vereda. Esta vez sobre la calle Suárez casi llegando a Lafayette, detrás del Instituto Malbrán. En este sector de la ciudad hay realmente muy poco espacio como para excavar ya que casi la totalidad del espacio se halla cubierta por hormigón y asfalto. Es por esa razón que volvimos a intentar sondear en los canteros que no poseían árboles.
Intervención:
Se practicaron dos sondeos con pala vizcachera. El primero de ellos no superó los 60 cm. de profundidad dado que nos topamos con una capa de hormigón de gran solidez y grosor que no pudimos superar con nuestras herramientas.
El segundo sondeo debió practicarse en los primeros 40 cm. con pala de punta y pico dado que poseía un estrato muy consolidado de tierra colorada y escombro. De los 40 a los 50 cm. debimos atravesar un contrapiso compuesto de cal, cemento, arena y piedra partida del tipo que se utiliza en las vías del ferrocarril. Debajo de este contrapiso y hasta casi un metro de profundidad registramos un estrato de tierra colorada mezclada con escombros de tamaño pequeño. Debajo de este estrato encontramos una capa de escombros grandes muy consolidados que no pudimos determinar si se trataba o no de una especie de contrapiso. Este tipo de obstáculos son un impedimento seguro al paso de la pala vizcachera que utilizamos habitualmente. Es aquí donde por primera vez pusimos en práctica la utilización de una pala vizcachera pequeña que pudiera abrirse paso por los intersticios de materiales semiduros entre los escombros. Dicha pala es más robusta y resistente ya que no posee elementos movibles. Esto es también una desventaja a la hora de vaciar la pala de material, que si es de características arcillosas se le adhiere muy firmemente.
La mencionada pala pudo abrirse camino sólo por un lateral del sondeo pero en un ángulo que desfavorecía mucho la manipulación del mango. Pudimos así seguir profundizando la excavación medio metro más. Llegamos a una profundidad total de 1,70 mts. y debimos abandonar el sondeo por la aparición de nuevos escombros y la imposibilidad de maniobrar el mango como para sortearlos. Este último estrato registrado estaba compuesto por un sedimento loéssico mezclado con piedra partida y escombros. No se recuperó ningún tipo de material arqueológico ni llegamos al nivel de napa aunque dada la humedad del sedimento extraído en el último nivel podríamos pensar que se encontraba muy próximo.
Resultado:
A partir de los datos obtenidos y de la gran dificultad en los trabajos de excavación evaluamos que este sector de la manzana en cuestión ha sido objeto de numerosas y sucesivas transformaciones, y no simples rellenos para elevar el nivel del suelo. Dichas transformaciones debieron realizarse durante el siglo XX y han tenido un enorme impacto en el registro arqueológico. De todas maneras no se puede descartar que exista, por debajo de los niveles excavados algún tipo de registro anterior, sólo que el mismo es inaccesible por el momento dado que contamos con recursos limitados en cuanto a herramientas. Por otra parte la magnitud de la intervención que debería realizarse, sólo para saber si existe o no registro arqueológico anterior al siglo XX en este sector, hace que por el momento lo dejemos de lado.
Amancio Alcorta y Lavardén
Intervención:
La vereda que está sobre la margen sur de la avenida A. Alcorta a la altura de su cruce con la calle Lavardén se encuentra bastante deteriorada. Dicha circunstancia permitió practicar tres sondeos con pala vizcachera a fin de determinar la estratigrafía del sector y evaluar posibles dificultades de excavación en este sitio. Los sondeos pudieron hacerse sólo a una equidistancia de 30 metros ya que los espacios intermedios entre éstos poseían todavía restos de contrapiso y vereda en mal estado pero que impedían el paso de la pala.
Resultados:
La estratigrafía de este sector no variaba significativamente de un sondeo a otro y por esta razón realizamos un solo perfil que da cuenta de lo hallado en los tres sondeos. A los 84 cm. de profundidad encontramos lo que en principio nos parecía que era la napa freática y resultó ser una importante filtración de agua contaminada con hidrocarburos de la cuál desconocemos su origen. La napa freática debe estar ubicada sin duda muy por debajo incluso del nivel donde debimos cerrar las excavaciones. Al metro treinta de profundidad debimos cerrar todas las excavaciones dado que nos topamos en todos los casos con un estrato de lo que parece ser una capa de escombros extremadamente compactados que sin duda datan del siglo XX dado el material asociado y las características de algunos fragmentos de mortero que hemos podido levantar con la pala.
Es probable que este sector de la ciudad esté muy afectado por los rellenos realizados luego de la rectificación del Riachuelo, la gran compactación de los escombros encontrados a 1,30 mts de profundidad deben ser tenidos en cuenta a la hora de realizar futuras excavaciones que deberán contar con las herramientas adecuadas para sortear este tipo de obstáculos si se aspira a detectar un registro arqueológico anterior al siglo XX. Es por esta razón que, aquí al menos, no se puede descartar la hipótesis de encontrar la fundación de la primera Buenos Aires ni tan siquiera descartar que pueda haber por debajo de estos rellenos material perteneciente al siglo XIX. Alcorta y Lavardén para ver fotos de la excavación y materiales.
Lavardén y Miravé
Intervención:
La intervención se realizó en plena vía pública en un espacio libre entre el paredón de una fábrica y la calle. El espacio se hallaba cubierto de vegetación y debajo de ella se disponía de muy poco espacio para trabajar. Se procedió a la limpieza del sector más despejado puesto que los demás sectores se hallaban rellenados con grandes escombros y basura moderna. Hubo que practicar varias aberturas hasta hallar un espacio por donde la pala vizcachera pudiera descender libremente ya que diversas cañerías subterráneas lo impedían. Los sedimentos fueron fotografiados a fin de poder realizar un perfil estratigráfico que refleje fielmente lo hallado en el sondeo. No se encontró material cultural de ningún tipo. El sedimento extraído salía prácticamente empapado en hidrocarburos. Ver Lavardén y Miravé.
Resultados:
El trabajo de registro de la estratigrafía de este sector puede relacionarse con otros sitios cercanos donde hemos podido intervenir. La información estratigráfica complementada con la información documental puede orientarnos acerca de cómo varió el curso del Riachuelo en los últimos siglos. Estos trabajos, mas allá de detectar ausencia o presencia de material arqueológico son útiles también para planificar futuras excavaciones sobre bases concretas pudiendo prever diferentes inconvenientes.
Miravé entre Suárez y Lavardén
En esta ubicación se han hecho al menos cinco intentos de excavación pero en ningún caso se han podido superar los niveles superficiales.
Unos cinco centímetros debajo de la capa de césped actual se halla una gruesa capa de escombros que en ningún caso hemos podido superar dada la potencia y compactación que posee. Es de esperar que con herramientas adecuadas como puntas, picos y barretas podamos sortear este inconveniente aunque por el momento este sector no reviste ni de más ni de menos interés que los demás y es por esa razón que se dejó de lado para excavar otros sitios.
Zavaleta/CEAMSE
Descripción:
Se trata de dos sondeos con pala vizcachera practicados en plena vía pública en un sector que carece de veredas. El objetivo principal consistía en intentar atravesar la capa de basura de los siglos XIX y XX dado que no habíamos logrado hacerlo en el sitio Zavaleta/Lomax. El pobre o casi inexistente registro fotográfico de las excavaciones se debe a las condiciones de inseguridad de la zona.
Intervención:
El primer sondeo se practicó a unos 40 metros del sitio Zavaleta/Lomax y el segundo a unos 60 mts más. En ambos sondeos hasta una profundidad de 1 metro aproximadamente se registró un estrato compuesto por material moderno o de descarte reciente, tierra y escombros. Luego de esto, en el primer sondeo empezó a salir material de siglo XX o fines del XIX pero al alcanzar 1,30 mts de profundidad nos topamos nuevamente con una capa compacta compuesta de basura y escombros que fue imposible de atravesar. Entre los materiales que se recuperaron aquí se halla el sello de goma de la “Herrería la Rápida” y un mango de cepillo donde se lee la inscripción “THE PURITAN”.
El segundo sondeo presentó cierta curiosidad estratigráfica para esta zona de la ciudad: una capa de arena absolutamente limpia, con una potencia de 10 cm. que iba desde 1,10 mt a 1,20 mt de profundidad. Decidimos dividir los materiales extraídos en dos niveles. El primero por encima de esta capa de arena y el segundo por debajo. Todavía no hemos podido evaluar adecuadamente estos datos pero es de esperar que se nos aclare la perspectiva del sector cuando podamos ampliar las excavaciones. Al alcanzar la profundidad de 1,60 mt debimos abandonar el sondeo dado que nuevamente nos topamos con una capa de escombros insuperable.
Iriarte al 3000
Intervención:
En la vereda norte de la calle Iriarte al 3000 localizamos algunas aberturas realizadas por personal de la empresa APCO que atravesaban la vereda y parte de un contrapiso de hormigón. Aprovechamos la oportunidad para realizar tres sondeos dentro de éstas aberturas. De oeste a este los sondeos fueron numerados a partir del “1”, y separados entre sí a una distancia de 10 metros. Debemos el pobre registro fotográfico de la excavación a los diversos problemas de seguridad de la zona.
Resultados:
La información estratigráfica de los tres sondeos nos orienta a la hora de interpretar el paisaje actual de este sector de la ciudad. Desde la calle Zavaleta hacia Iguazú, y sobre la calle Iriarte, se puede percibir a simple vista una pronunciada pendiente negativa. La misma es producto de obras de relleno bastante importantes sobre el antiguo basural de la ciudad, es decir recientes y posteriores a la década de 1950. Fotos de los materiales recuperados en Iriarte 3000\s1; Iriarte 3000\s2; Iriarte 3000\s3.
Iriarte e Iguazú
Intervención:
Del mismo modo que en el sitio anterior se trató esta vez de aprovechar una obra de refacción de cañerías subterráneas que atravesaban la gruesa capa de hormigón existente en el sector. Se han recuperado diversos materiales de una antigüedad máxima estimada en 100 años. Los trabajos debieron interrumpirse cuando escaseaba la luz y al otro día había operarios trabajando en el sondeo que luego de terminar sus tareas procedieron a cerrarlo.
Resultados:
Se procedió según nuestra metodología usual de intervención expeditiva en procura de registrar los perfiles estratigráficos y recuperar el material hallado. La utilización de pala vizcachera no se consideró necesaria en este caso puesto que no disponíamos del tiempo suficiente para el armado y desarmado del equipo. Iriarte-Iguazú.
Iguazú y Santo Domingo
Intervención:
Se trata de un sondeo practicado en la vía pública con pala vizcachera, se recuperaron materiales arqueológicos y se dio cuenta de la estratigrafía. Los trabajos se realizaron sobre el límite oeste de la Villa 21, esta ubicación no nos permitió, dados los riesgos, registrar el trabajo digitalmente. Por otra parte, y a fin de no incomodar demasiado a los vecinos tratamos de realizar el trabajo en forma expeditiva.
Resultados:
Se recuperó la información estratigráfica del sector el cual es coherente con otros sitios excavados en Pompeya. Creemos que aquí estamos trabajando cerca del límite oeste del basural de La Quema. Como en otros sectores y sondeos abiertos la densidad del material a cierta profundidad impide el paso de la pala de modo que en este punto hubo que abandonar la excavación. De volver a abrirse excavaciones en este sector de la ciudad debemos contar con herramientas que nos permitan superar este inconveniente para alcanzar una profundidad mayor. Se han recuperado materiales pertenecientes a principio del siglo XX correspondientes al contexto de basural (materiales:Iguazú y Sto Domingo\mater-)
E. Pitaluga 3600
Descripción:
Se trata de una franja de tierra que corre paralela al lado sur de la calle Pitaluga que no posee vereda. Se consideró una zona de interés dada su proximidad al cauce actual del Riachuelo. Este pequeño espacio con césped es utilizado para esparcimiento por los vecinos del barrio de modo que llamó mucho la atención nuestra intervención en ese lugar
Intervención:
Pudo practicarse hasta el momento un solo sondeo con pala de punta ya que la vizcachera era virtualmente inútil en este caso dada la cantidad de escombros con que se encuentra rellenado el sector. Recién a partir del metro de profundidad pudimos poner en funcionamiento, y a duras penas, la pala vizcachera. Los materiales recuperados hasta 1,20 de profundidad estaban en un claro contexto de relleno perteneciente al siglo XX. De 1,20 mt a 1,40mt el sedimento cambiaba y el fragmento de cerámica vidriada verde que se recuperó podría estarnos indicando una antigüedad algo mayor, quizás de fines del siglo XIX. La excavación debió interrumpirse al encontrarnos con una capa de escombros que quizás hubiéramos podido pasar con mucho trabajo de no ser que uno de los vecinos, luego de mantener una discusión con otros, nos comenzó a amenazar a los gritos. Él no sabía qué estábamos haciendo ahí pero ni siquiera nos permitió explicarle así que decidimos retirarnos del sitio. Consideramos que las excavaciones es este sector pueden arrojar datos importantes y es por eso que continuaremos trabajándolo en futuras campañas.
Guaymallén 1150
Descripción:
Caminando por la zona detectamos una refacción que estaba realizando la empresa COSUGAS en algunas cañerías subterráneas. Se había superado la capa de hormigón de la calle y se había excavado unos 95 cm. La tierra extraída del pozo podía revisarse cómodamente así como registrar los perfiles.
Intervención:
Una vez identificado el sitio, registrado los perfiles estratigráficos y revisado la tierra extraída por los operarios de la empresa, volvimos al día siguiente con el equipo necesario.
El nivel de napa parece demasiado elevado para este sector de la ciudad, es probable que el su elevado nivel se deba a la existencia de cañerías defectuosas que han saturado la capacidad de absorción de la tierra.
La perforación hecha por la empresa era un tanto irregular en cuanto a su forma pero se asemejaba a un rectángulo de 2m x 1m. En un pequeño sector del mismo, y lo más lejos posible de las cañerías que estaban visibles comenzamos a trabajar y logramos bajar unos 30 cm. más. La visibilidad era nula ya que todo lo que estábamos manipulando se encontraba bajo el agua así que carecemos de buenos datos estratigráficos para este nivel. El sedimento mojado fue extraído en baldes y revisado fuera del sondeo, de todas maneras no logramos identificar material cultural de interés (sólo algunos fragmentos de loza y vidrio). Debimos abandonar la excavación cuando se presentó el personal de la empresa a continuar con su tarea.
Consideraciones finales
Al cabo de cuatro meses de trabajo en diversos sectores de la ciudad de Buenos Aires, entendemos que uno de los principales resultados obtenidos se relaciona con la estimación del área original de dispersión del material perteneciente a “La Quema”. En tal sentido, la aparición de dicho material en varios de los sitios intervenidos posibilita inferir la superficie abarcada por este basural durante los años en que estuvo en funcionamiento.
Por otra parte, fue posible observar que la gran potencia y compactación del material correspondiente a dicho evento dificulta -mucho más allá de lo esperado- el acceso a los estratos inferiores, en los que potencialmente podríamos hallar material asignable a la primera Buenos Aires. Ello nos obliga a replantearnos la necesidad de diseñar nuevas estrategias y herramientas ad hoc para acceder a dichos estratos, dado que las empleadas hasta ahora –si bien supusieron un gran avance con respecto a las metodologías tradicionales- no fueron suficientes como para superar el inconveniente planteado por dicho nivel de basura.
En otro sentido la información recuperada en los diversos sitios intervenidos contribuye al conocimiento del potencial arqueológico general de la ciudad de Buenos Aires, en especial al de los sitios asignables al siglo XIX, gracias a los datos obtenidos a partir de los perfiles estratigráficos y los materiales en ellos recuperados. Asimismo, ha permitido visualizar, en una gran área de la ciudad, los ya conocidos efectos del proceso de transformación de la misma a lo largo del último siglo, observándose como los elementos estructurales del pasado se convierten en el relleno sobre el cual se edifica lo nuevo.
Los restos óseos hallados en el Sitio Brandsen 2800, al encontrarse muy por debajo de los materiales asignables al siglo XIX, también plantean nuevas perspectivas y líneas de investigación en torno al principal objetivo de nuestro trabajo. Quedará para próximas etapas la asignación de una temporalidad precisa de los mismos y la ampliación e intensificación de las excavaciones en este sector de la ciudad de Buenos Aires a fin de determinar los contextos donde este tipo de materiales fueron incorporados al registro arqueológico.
Además de los trabajos de campo propiamente dichos hemos avanzado en la identificación de sectores de interés arqueológico determinando, por medio de la superposición de mapas históricos sobre los planos actuales de la ciudad, los sectores por donde discurría el antiguo cauce del Riachuelo. Esta herramienta nos brindó la posibilidad de determinar algunos sectores de de la costa que fueron más altos históricamente y diferenciarlos de los que han sido rellenados artificialmente en tiempos recientes.
Como comentario final, cabe decir que el trabajo desarrollado hasta este momento nos ha permitido establecer con claridad cuales son los problemas implicados en esta línea de trabajo; vale esperar que, a futuro, ello nos permita diseñar estrategias de intervención que minimicen dichos problemas y propongan soluciones adecuadas para los mismos.