«Informe relativo a las excavaciones arqueológicas realizadas en Martín García 200»
El presente informe titulado «Informe relativo a las excavaciones arqueológicas realizadas en Martín García 200» fue preparado por Roberto Tonareli y el licenciado Ulises A. Camino, con la revisión técnica por la licenciada Cecilia Mercuri, para el proyecto Primera Buenos Aires en el Centro de Arqueología Urbana.
Las excavaciones arqueológicas fueron llevadas a cabo en el predio ubicado en Martín García al 200, entre Irala y Almirante Brown, frente al Parque Lezama, en el barrio porteño de La Boca. Este trabajo de campo fue realizado en el marco del proyecto de detección de la primera fundación de Buenos Aires. Dentro de este proyecto interdisciplinario, dirigido por el Dr. Schávelzon y el Lic. Weissel, nos unimos para trabajar en la excavación de diversos sondeos en la zona sur de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la actualidad en el predio funciona un corralón de materiales para trabajos viales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Espacios Públicos. El tránsito diario de camiones complicaba la selección del lugar de excavación, por lo que se decidió plantear la cuadrícula en el sector Sureste del local, ya que era el lugar más alejado y no interfería con el normal funcionamiento del predio.
La cuadrícula tenía unas dimensiones de 1,50 x 1 m, y estaba ubicada a 1 m de la medianera Sur y a 4 m de los baños de empleados, situados en el sector Suroeste dentro del pañol. La excavación presentó serias dificultades (Ver Fotos) dado que el terreno está íntegramente cubierto por una capa de asfalto. Para remover dicha capa fue necesario el uso de pico, pala, maza, punta y cortafierro.
El asfalto tenía en promedio 10 cm de espesor (ver perfiles). A continuación en la estratigrafía aparecieron dos capas con materiales de relleno de principios del siglo XX, fundamentalmente metales y algunas lozas, el espesor de ambas capas combinadas es de 55 cm.
Para nuestra sorpresa, luego de estas capas de relleno, apareció una losa de hormigón armado. Dada su consistencia fue necesaria la utilización de un martillo neumático para poder atravesar la capa y continuar con la excavación. Esta losa tenía un grosor 8 cm.
Luego de removido el hormigón, aparecieron dos capas estratigráficas cuya matriz es de tierra negra con la presencia de muchos fragmentos de ladrillos. Se hallaron fragmentos de lozas y metales. El grosor de ambas capas tiene un promedio de 60 cm (ver perfiles).
Seguidamente aparece una capa de color beige, de 35 cm, con presencia de fragmentos de lozas de fines del siglo XIX. Al finalizar esta última, aparece un estrato con mucha humedad que contenía restos de maderas en descomposición, a forma de piso. El sedimento contenía gran cantidad de material orgánico (pastos y exoesqueletos de insectos), la profundidad de esta capa era de 40 cm.
La anteúltima capa estaba constituida por arcillas con presencia de clastos, algunos de gran tamaño; posiblemente lastre de barco cuyo grosor es en promedio 20 cm.
La última capa estaba representada por una arcilla saturada por la napa freática y desde el punto de vista arqueológico es estéril.