«Informe del rescate de un conjunto de objetos arqueológicos en el CIFPA, Asamblea 153, ciudad de Buenos Aires»
Gracias a la gestión del director del Centro Integral de Formación Profesional para Adolescentes y Adultos del Gobierno de la Ciudad, profesor Ricardo Rodríguez y de la profesora Cecilia Aguirre, fuimos informados a través del Instituto Histórico (GCBA) acerca de la existencia de un pozo hallado en el patio del edificio mientras se hacían trabajos para colocar un mástil. Según los datos suministrados el sitio fue visitado por un arqueólogo de la Comisión de Preservación del Patrimonio que incentivó a los profesores para que ellos siguieran solos la excavación y recuperaran los materiales. Lamentablemente, cuando se llegó a una profundidad que hacía peligroso el continuar excavando, además de hacerlo sin control o supervisión alguna, todo quedó suspendido, viéndose frustradas así todas las buenas intenciones supuestamente pedagógicas, y sin estudiar o proteger los materiales e información recobrados.
En base a eso se hizo un acuerdo por el cual el Instituto Histórico y el Centro de Arqueología Urbana recibirían los materiales para proceder a su limpieza, restauración y estudio y regresar allí para su exhibición, lo que se concretó en el mes de mayo de 2000; se hizo una visita previa al CIFPA para tomar fotografías del pozo, medirlo y se estableció el montaje de una vitrina para la exhibición en el colegio de estos objetos con las explicaciones que corresponden.
La información arqueológica
Dado que no hubo control de excavación lo que sabemos es que se trata de un pozo para agua de casi un metro de diámetro, cuya parte superior fue cubierta de ladrillos hasta los 2,30 metros de profundidad; luego sigue en la tierra. Posee una escalera de hierro que llega hasta la napa de agua que se halla a 6,20 metros y que cubre unos 30 cm hasta el fondo. Presenta evidencias de reparaciones modernas entre los ladrillos. No se ha estudiado la relación entre la escalera, los ladrillos y la pared de tierra, en el sentido de que si los tres fenómenos son contemporáneos entre sí o no. Toda la obra presenta evidencias de ser de inicios del siglo XX.
La información histórico – geográfica
La ubicación de este Centro cae en lo que hoy es el barrio de Parque Chacabuco, aunque a sólo metros de Boedo. Pero antiguamente, pertenece al menos hasta 1887 a lo que fue Flores cuando se anexionó a la Capital Federal. Al observar los planos de la ciudad se nota que la avenida Asamblea estaba ya definida desde la mitad del siglo XIX como lo indica el plano de Adolfo Sourdeaux de la década de 1860, circulando entre terrenos de cultivo y sin indicación de ocupación. En cambio el plano de la ciudad de 1887 hecho para el Censo Municipal de dicho año, indica ya una subdivisión en terrenos mas pequeños aunque suburbanos, con la existencia de una casa aproximadamente en el lugar, pero que dada la escala es imposible de saber con certeza si ya es coincidente o no con este lote. El cambio debió producirse en esos años (1900-1910) ya que la urbanización de la ciudad avanzaba rápidamente y a la avenida Asamblea se la observa bien marcada en el plano de 1898, en el cual las manzanas están claramente trazadas del lado norte, aunque aún había tierras abiertas. Es interesante notar que en el plano se ve que las tres primeras cuadras de esa avenida están trazadas sobre un barranco o zona muy baja, borrando la topografía del sitio, la cual debió haber sido bastante irregular y que aún se logra observar en el nivel descendente de varias de las calles del lugar como relicto de la ciudad anterior.
Los materiales recobrados:
8 fragmentos de caño de cerámica vitrificada inglesa con marca de fabricante
9 piedras diversas no trabajadas
1 alambre moderno
10 frag. de olla tipo Utilitaria con vidriado color marrón
2 ladrillos muy quemados incluyendo la junta de cal 1 frag. de ladrillo hueco
1 peine plástico moderno
1 baldosa francesas de Marsella siglo XIX
8 frag. de desagua cloacal de gres
5 azulejos color blanco siglo XX
2 porcelana sanitaria de inodoros
4 azulejos Francia tipo Pais de Calais, blancos
1 pico de botella de cerveza de gres de forma sinusoidal, blanco
1 porcelana blanca de platillo, europea
1 loza blanca inglesa, borde de bacinica (pelela)
2 porcelanas blancas de florero decorado
3 mármol de un tapón de perfumero con rosca 1 vidrio de copa
1 hierro de barra circular, modificado por forjado con cabeza y punta, 40 cm
5 frascos de farmacia: 1 transparente, 3 verde claro, 1 blanco con inscripción BARRY´S PEARL CREAM / CREMA DE PERLAS DE BARRY
1 botella de sidra 1900
1 botella de refresco FUENTE CARONA / P.LL / RUBINAT – LLORACH
1 botella marrón de cerveza tipo 1900.
Zooarqueología
De los fragmentos hallados de restos óseos de fauna todos tuvieron algún tipo de reconocimiento, ya que cuando no fue posible a nivel de un animal determinado, se hizo a nivel de orden (mamíferos). Los resultados obtenidos son los siguientes:
Género y especie |
nombre común |
NISP |
MNI |
Bus taurus |
vacuno |
17 |
4 |
Ovis arios |
ovino |
6 |
1 |
Felis arias |
gato doméstico |
5 |
1 |
Gallus gallos |
gallina |
1 |
1 |
En este cuadro NISP es el número de especímenes de un determinado animal, y MNI es el número de individuos de ese animal. Cuando se pudo se determinaron género y especie y se reconoció a niveles mas amplios de la taxonomía. Hemos diferenciado, como en otros trabajos, la adjudicación de los restos de Mammalia indeterminado a mamíferos de tamaño M1 que correspondería a un mamífero similar al vacuno. En total se han reconocido 23 piezas, de las cuales 12 se han asignado a animal determinado, y los restantes 11 a clase. Los restos de Bos taurus (vacuno) son: un fragmento de costilla, dos fragmentos de diáfisís de radio y cinco fragmentos de fémur. Los 11 fragmentos de Mammalia indeterminada (M1) probablemente también pertenecieron a un vacuno (fragmentos menores de diáfisis y costillas). Las partes esqueletarias, con cortes de serrucho eléctrico en su mayoría, nos dicen por una parte que se trata de cortes para puchero, lo que se vende como «huesos de caracú». Por otra parte en cuanto a cronología no va más allá de una profundidad temporal de fines del siglo XIX basándonos en las marcas de corte y selección de piezas. Por el tamaño de los huesos se infiere que hay dos animales representados, un adulto y un adulto juvenil.
De Avis aries (cordero) tenemos un fragmento de costilla, un fragmento de húmero y un fragmento de tibia que por su tamaño corresponden a un animal juvenil (cordero). De Gallus ganta (gallina) un fragmento de tibia tarso (la clásica «pata»),
Conclusiones
Es evidente que el pozo hallado era un pozo de agua que llegaba nada más que a la primera napa, la que obviamente no era agua bebible por humanos sino sólo usada para la limpieza; la construcción es buena con un recubrimiento parcial de ladrillos. Desconocemos si el caño de cerámica vitrificada que se halló fragmentado en el interior llevaba también el agua del patio, pero eso debió observarse antes de las reparaciones hechas en el muro. La presencia de la escalera de hierro es muy poco habitual. De todas formas debió estar en uso pocos años ya que las aguas corrientes fueron puestas con bastante rapidez en la ciudad para esos años.
Este pozo fue cegado con tierra posiblemente en los inicios del siglo XX o poco más tarde, hacia 1930 y los pocos materiales recobrados indican que se debió usar tierra limpia o con algunos pocos objetos mezclados entre ella. Junto con el rellenado se arrojaron objetos e incluso alguno debió caer o penetrar al pozo en forma reciente como es el peine de plástico, el ladrillo hueco y algunos otros objetos. Dada la falta de control de la excavación es imposible saber si los materiales habían sido arrojados al pozo vacío, si acompañaban todos a la tierra del relleno, o penetraron por algún tipo de albañal. Lo que sí es posible asumir es que corresponde a la primera época de utilización de los terreno de ese lado la avenida, loteados y ocupados en un sector bajo que se urbanizó hacia el año 1900.
Los objetos recuperados pueden ser fechados en su mayoría para el primer tercio del siglo XX, época que parecería coincidir con la construcción del edificio actual, o sobre el cual fue inadecuado el existente. Cabe la posibilidad de que el pozo haya sido preexistente y que en esa época simplemente se lo canceló. En forma hipotética creemos que el pozo debió construirse hacia 1900/1910 y cegarse hacia 1930.