«Secuencia de la línea de propietarios de un terreno en la provincia de Buenos Aires»
El artículo «Secuencia de la línea de propietarios de un terreno en la provincia de Buenos Aires» de América Malbrán Porto y María Eva Bernat ha sido publicado en “Arqueología Histórica Argentina”, Actas del 1er. Congreso Nacional de Arqueología Histórica, páginas 430 a 433, Editorial Corregidor, realizado en la ciudad de Mendoza entre los días 9 al 11 de noviembre de 2000, ISBN 950-05-1438-9.
En marzo de 1998 pudimos realizar un rescate arqueológico en una casa del siglo XIX ubicada en la esquina de las calles Erézcano y Canale, en la localidad de Mármol, correspondiente al Partido de Almirante Brown, en la Provincia de Buenos Aires.
En este lugar se localizó una gran cantidad de fragmentos de gres, pertenecientes a botellas inglesas de cerveza, que pudimos fechar entre los años 1812 y 1914.
Mientras realizábamos el trabajo arqueológico muchos vecinos del barrio se nos acercaron para relatar la historia de la casa y todos coincidieron en el hecho de que en este lugar habían existido en el siglo pasado una posta y una pulpería, emplazadas en un punto estratégico, dada su cercanía con el Camino Real (hoy Av. Espora) que unía a Buenos Aires con Chascomús.
A partir de la información obtenida y como parte integral del rescate arqueológico decidimos realizar una exhaustiva investigación histórica de los terrenos en que se ubica la casa para corroborar la información proporcionada por los vecinos. A medida que avanzamos en la investigación pudimos ver que la casa había cambiado de dueños varias veces y se nos ocurrió que en alguno de los documentos de propiedad debía existir una referencia sobre la pulpería. A medida que nos movíamos en el tiempo, los documentos históricos, no sólo nos permitieron alcanzar nuestro primer objetivo sino que nos condujeron cada vez más hacia atrás permitiéndonos ubicar la línea de propietarios desde la actualidad hasta el primer reparto de tierras efectuado por Juan de Garay.
Secuencia de propietarios
Las tierras en que se encuentra el Partido de Almirante Brown pertenecieron desde época colonial, a distintas jurisdicciones eclesiásticas y políticas, que fueron fraccionando el vasto territorio comprendido entre el Riachuelo y el Río Salado.
Después de trazada, por segunda vez, la ciudad de Buenos Aires comenzó la distribución de caballos salvajes y tierras. Fueron adjudicados tres clases de fundos: el solar, en el trazado urbano; la chacra, o quinta en el ejido y la suerte de estancia, en la campaña. Estas últimas tenían aproximadamente media legua de frente por legua y media de fondo (1) y se emplazaban en las cercanías de los cursos de agua, para así asegurar el abastecimiento al ganado destinado a pastar en esos extensos terrenos (González, 1957:101; Luna, 1998:172). Con este repartimiento, Juan de Garay pretendía compensar los sacrificios realizados por sus soldados y compañeros en la empresa conquistadora.
Esta distribución de tierras alcanzaba, por el norte hasta la Cañada de la Cruz, en las cercanías de la actual ciudad de Zárate y hacia el Sur hasta el valle de Santana en las inmediaciones de la actual ciudad de Magdalena. (Fumiere, 1969:17).
En el momento de la conquista española, la región sur de la provincia de Buenos Aires estaba poblada por diversos grupos indígenas entre los que se pueden mencionar alacas, guaraníes, chaná, mbeguay, cultis, curucá, conoti, secti y ajay. (Sempé, 1995:223).
Probablemente las tierras que son de nuestro interés estaban ocupadas por grupos guaraníes, seminómadas dedicados a la caza, la pesca y la agricultura. Esta suposición deriva, en gran medida, de la existencia de cierta documentación colonial en la cual se adjudica al adelantado Juan Torres de Vera y Aragón las tierras comprendidas entre la Punta de Gaytan y el Riachuelo, que corresponde actualmente al Partido de Avellaneda. El auto de repartición menciona:
«Luego desde aquella punta a de empesar el Señor Adelantado Juan de Thorrez de Bera y a de correr asia el rio, Digo asia el Paraná, a dar en unos asientos y labores que estan allí de los naturales…» (Torassa, 1941:13)
Es probable que dadas las características de los suelos, propicios para el cultivo, estos grupos estuvieran dispersos a lo largo de la Pampa Ondulada.
En otro texto, Roberto Gorriti menciona que entre los soldados de Garay, a los cuales repartió tierras se encontraba Francisco Zamora, quien construyó un rancho dedicado a la labranza. «Cosechaba verdura, en descuido de los dueños era robada por los indígenas…» (Gorriti, 1966:5). En este caso, las tierras a que se hace mención son aquellas en las que más tarde se creará el Partido de Lomas de Zamora; mismo que colinda al sur con el Partido de Almirante Brown, donde nos encontramos ubicados y que hacia 1600 se otorgan a Diego Núñez del Prado, como una suerte de estancia de cabezada (2). El frente de estos terrenos correspondería a la actual calle Donato Alvarez, coincidiendo con el deslinde intercomunal de Quilmes en Lomas de Zamora y Almirante Brown; el costado noroeste sería la actual calle Armesti-Cerrito-Garibaldi; el contrafrente arrancaba desde la actual esquina de Garibaldi y Av. General Frías y correría por esta y su prolongación Hipólito Yrigoyen, hasta la cercanía de la estación Burzaco, estos terrenos se cerraban en el sureste en línea recta uniendo las actuales estaciones ferroviarias de Burzaco y San Francisco Solano (Gualco y de Paula, 1992:17).
Al morir Diego Núñez se realiza la subasta de sus tierras y éstas son adquiridas por Don Bernardo de León quien el 16 de noviembre de 1613 las vende a Sebastián de Orduña. La propiedad estaba constituida por una edificación «de tres aposentos, y perchel, y una viña plantada de 7500 cepas, y tiene su tahona de moler trigo, ganado, herramientas y demás pertrechos» (Registro de escribanías…)
Más tarde, estas tierras son adquiridas por Miguel de Rivadeneira, casado con Juana de Loyola, quien al enviudar contrae nuevas nupcias con Don Agustín Pérez. Son ellos el día 7 de agosto de 1639 los que realizan la primera división de los terrenos al vender una fracción a Sebastián Crespo Flores, esta porción del territorio partía de la actual calle Amenedo, en Adrogué, hacia el sudeste. (Fumiere Op. Cit:33; Gualco y de Paula Op. Cit:18)
Después de la muerte de Juana de Loyola, Agustín Pérez se vuelve a casar con Juana de Agüero, y al parecer estas tierras continuaron en posesión de esta familia hasta 1696 cuando los nietos de ella, Juan Medina Ocampo y Simón Cabezas venden a Juan Jofré de Arce, en operaciones subsecuentes los terrenos que comprendían 3600 varas (3) de ancho por legua y media de largo. Estas tierras colindaban con los caminos reales de «Santa Catalina» y de «La Colorada». Comprendiendo desde las actuales Garibaldi-Cerrito-Armesti hasta Seguí-Mitre. Los límites de estas tierras no quedan del todo claros ya que se supone que la porción de tierra comprendida entre las actuales calles Amenedo y Seguí-Mitre debían corresponder a la familia de Sebastián Crespo Flores, es probable que se hubieran vendido a Arce o simplemente se trata de un mal entendido en los límites, aspecto que no nos resultaría extraño para el momento que estamos tratando.
La familia Arce incluyó la cría de mulas y ovinos como actividad de la estancia. Las mulas representaban un importante intercambio comercial entre los hacendados porteños y los empresarios Potosinos quienes necesitaban constantemente de animales de tiro para la carga del mineral desde las minas, así como para accionar los ingenios o las máquinas laminadoras para acuñamiento en la casa de moneda de Potosí.
Esta gran extensión de tierra que abarcaba desde el sur de la ciudad de Buenos Aires carecía de parroquia, siendo la más cercana la correspondiente a la reducción de los indios quilmes, creada en 1666. Sin embargo era una parroquia o curato de indios, en la cual no se incluían los españoles o criollos, los que debían concurrir a la ciudad para recibir los servicios eclesiásticos. Es por esta razón que el 23 de octubre de 1730 se resolvió la creación de seis curatos, que corresponden a la división parroquia] actual; estos nuevos distritos eclesiásticos fueron los de la Matanza, Costa o Monte Grande, Luján, Areco, Arrecifes y Magdalena, en este último quedan incluidos nuestros terrenos.
El 27 de octubre de 1754 se estableció que el límite entre los pagos de La Magdalena y de La matanza era el Riachuelo y pertenecía a la Magdalena «todo lo de la otra banda» de este curso de agua, es decir entre los ríos de la Matanza, el Salado y el Río de La Plata. A pesar de que esta división de la campaña era de tipo religioso era conservada por el gobierno colonial para establecer las autoridades civiles. (Fumier, Op. Cit:20-22)
Es dentro del pago de la Magdalena que se encuentran ubicadas las tierras de Arce, en el límite norte de lo que después será el Partido de Almirante Brown. Esta estancia es repartida hacia 1750 entre los hijos de Arce y corresponden a Miguel de Arce, casado con Josefa Mancilla, quienes continúan con las actividades de crianza de mulas y pastoreo, en los terrenos que se ubican entre las actuales calles 25 de mayo-14 de julio hasta Seguí-Mitre.
A la muerte de éstos hereda las tierras Miguel Tiburcio quien el 10 de abril de 1782 vende una parte, el llamado «fondo de Quilmes», compuesta por 600 varas de frente y dos leguas y media de fondo a Antonio Illescas, casado con María Agustina Freyre. Poco tiempo después Arce termina de vender su propiedad a Illescas completando 1000 varas.
A la muerte de Illescas heredan la propiedad, en 1803, sus dos hijos, el presbítero Roque Illescas y Francisco (4), casado con María Mercedes Jara y Carbajal.
Es ella, junto con su cuñado, el presbítero, quien vende en 1811 la estancia a los ingleses Roberto Hunt y Carlos Higginson, quienes han formado una sociedad dedicada al abasto de navíos. De acuerdo con Fumier (Op. Cit.) la compra de estas tierras se realizó por la suma de 33 000 pesos, los que incluían «los grandes galpones, casa ruinosa, maderas y cuanto en dicha tierra existe plantado, con todos los ganados mayor y menor utensilios».
Para esta época los empresarios europeos se han interesado en la producción de cueros del Río de La Pata, en cuya campaña se comienza a emprender la cría de ganado de manera metódica, a la que se dedican las estancias de la región, dando origen a un crecimiento de la población rural.
Año |
Habitantes |
1744 |
6033 |
1778 |
12925 |
1815 |
41168 |
Esta población estaba integrada principalmente por el Alcalde de la Santa Hermandad, el comandante de frontera, el cura y el estanciero, todos ellos vinculados al poder y quienes dominaban a gauchos, peones y esclavos; el grueso de la población lo formaban los ganaderos y agricultores medianos, comerciantes, pulperos, artesanos de pueblo, curanderos, algún médico, soldados y vendedores ambulantes. Estos grupos estaban integrados por negros, mulatos, esclavos y libertos, indios y mestizos. (Luna Op. Cit:172-173)
Hunt y Higginson compraron las tierras para establecer un saladero de carnes, actividad fundamental en el abasto naviero. Muchos son los relatos existentes que mencionan que en esta estancia los trabajadores eran esclavos a los cuales Hunt propinaba malos tratos, y en algunos casos se dice que tenía calabozos donde encadenaba a aquellos que eran castigados.
La empresa de Hunt se mantuvo durante cerca de 25 años y hacia 1835 por razones de salud arrienda parte de la chacra a C. Hunter y hace edificar «nueva población» hacia el oeste de sus tierras, en las cercanías de la actual estación Mármol, en las proximidades de la intersección de las actuales calles Bernardo de Irigoyen y Rosales. Este lugar cercano al camino que cruzaba la actual calle La rosa recibía el nombre de «Puerta de Hunt».
Al morir Hunt todos sus bienes fueron heredados por sus hijos y su viuda, representados por Francisco Canosa, esposo de una de las hijas y albacea de la familia. Los trámites de la sucesión finalizaron en 1848 y al año siguiente su viuda vendió parte de sus tierras a Antonio Joaquín Olivera.
Las tierras pertenecieron a Olivera hasta 1855 cuando las vende a José Antonio Castaño, en la escritura figuran como «18 suertes de chacra ubicadas en los entonces Partidos de Quilmes y las Lomas de Zamora». José Castaño falleció en 1866 y los campos fueron heredados por su hija Pastora esposa de Juan Cayetano Molina Eguía, uno de los fundadores de Adrogué y el Partido de Almirante Brown.
En 1902, tras la muerte de Juan Cayetano Molina sus tierras se dividen en dos partes, la mitad cercana a donde actualmente se encuentra la estación ferroviaria de Mármol le correspondió a su hija Carmen, casada con Emilio García; y la otra parte fue heredada por su otra hija Pastora. Evidentemente estos terrenos fueron loteados más tarde, y es aquí donde perdemos la secuencia hasta que en 1911 Gustavo Otamendi compra el lote actual; en algún momento entre 1912 y 1917 lo vende a José Valorio familiar de Juan Valorio quien figura en la escritura de 1918 como dueño de la casa ubicada en la esquina de las calles Erézcano y Canale, destinada a vivienda y negocio. Los vecinos de la zona relatan que aquí se encontraba una pulpería.
En 1920 la casa pasa a nombre de Juan Beneziani y en 1929 la propiedad se subdivide y la ochava aparece a nombre de Carolina Baranzini de Franzetti.
La etapa de la investigación histórica no sólo nos permitió conocer los cambios sufridos por una de las suertes de estancia otorgadas por Juan de Garay, en el siglo XVII, sino que también nos permitió acercarnos, a través de la secuencia histórica, a los dueños que tuvo esta tierra, al mismo tiempo que nos dejaba entrever parte de su vida cotidiana relacionada con sus actividades mercantiles.
NOTAS
- 1 legua = 6000 varas = 5200 metros
- Son las que se ubican en segunda línea por detrás de las suertes principales que se encontraban distribuidas en la costa del Río de La Plata
- 3120 metros
- Al que también encontramos como Francisco de Paula Illescas
BIBLIOGRAFÍA
Fumiere, Jorge P. 1969. Origen y formación del partido y pueblo de Almirante Brown (Adrogué) 1750-1882. Publicaciones del Archivo Histórico «Dr. Ricardo Levene» contribución a la historia de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Ministerio de Educación, Subsecretaría de Cultura La Plata, Argentina.
González, Julio V. 1957. Historia Argentina. Tomo I. La Era Colonial. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
Gorriti, Roberto J. 1966. El origen del pueblo de Burzaco. Biblioteca del Congreso Nacional. Argentina.
Guaico y de Paula. 1992. Temperley, su historia y su gente. Editorial Pleamar. Argentina.
Luna, Félix. 1998. Historia Integral de la Argentina. Vol. 1. Grupo Editorial Planeta. Buenos Aires, Argentina.
Registro de escribanías antiguas de Buenos Aires, Tomo V. Folio 306. Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Argentina
Sempé. María Carlota. 1995. «Algunas precisiones sobre el desarrollo histórico-cultural indígena en la cuenca deprimida de la pampa húmeda» en Jornadas chivilcoyanas en Ciencias Sociales y Naturales. 24 al 26 de noviembre de 1995. Centro de estudios en Ciencias Sociales y Naturales de Chivilcoy. Chivilcoy, República Argentina. Pp. 219-224.
Torassa, Antonio A. 1941. El partido de Avellaneda. 1580-1890. Publicaciones del Archivo Histórico «Dr. Ricardo Levene» contribución a la historia de los pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Ministerio de Educación, Subsecretaría de Cultura La Plata, Argentina.