«Arqueología Urbana N°2»
Copia digital de la publicación «Arqueología Urbana», correspondiente al número 2, donde se publica un informe preliminar del artículo «Arqueología e historia de la usina eléctrica de Palermo», publicado en el año 1987.
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Galería de imágenes
Durante el año 1987 pudimos excavar la orilla del lago hoy llamado Victoria Ocampo que en ese momento había sido desecado, con el objeto de cubrirlo de adoquines como otros de la zona, lo que nunca se llevó a cabo.
En ese momento se aprovechó para hacer una recolección de superficie de objetos que habían quedado a la vista en el barro, arrojados durante doscientos años, y excavar un pozo estratigráfico para correlacionar con la cerca excavación del Caserón de Rosas.
Ese estudio se publicó en aquel entonces en la revista mecanografiada que se llamaba Arqueología Urbana. Mucho más tarde el tema fue publicado en el libro El Caserón de Rosas, historia y arqueología del paisaje de Palermo escrito junto a Jorge Ramos (Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 2009).
Gracias a la posibilidad de Internet de incluir fotografías a color, recuperamos del archivo del Centro de Arqueología Urbana estas diapositivas, casi el único registro de ese estudio y del vaciamiento del lago, que lo modificó en su trazado al igual que acabó con los peces que lo habitaban, y para peor se encontró la caja que contenía los objetos y escritos de la creación de Palermo, los que fueron robados.
La arqueología en el sito fue un trabajo realmente sucio, pero posible, que al ver las fotos hoy en día parecen ser de una zona selvática y no de Palermo en Buenos Aires.
El único objetivo de esto es dar a conocer estas fotografías de 1987, ver la excavación en color, el contexto en que fue hecho y al interesado relacionarlo con la bibliografía que lo explica en detalle.
Valga un detalle que raya con el espanto: la foto 19. En ella se ven operarios municipales sacando los últimos peces con una red en un agujero que hicieron al centro para capturarlos a medida que el agua descendía. Obviamente se los comieron en un asado en el edificio del MOA cercano, al que no nos dieron acceso obviamente.