«Hallazgo en el basamento del monumento a El Resero, Mataderos»
El informe «Hallazgo en el basamento del monumento a El Resero, Mataderos» de Patricia Frazzi, Daniel Schávelzon y Ricardo Orsini ha sido presentado a la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
I) Monumento a El Resero
Durante el día 19 de enero 2010 se hizo una visita a solicitud de la Secretaría de Planeamiento del GCBA al Monumento al Resero en la localidad de Mataderos, donde se están llevando a cabo obras de remodelación de las calles, plazoleta y del espacio público que enfrenta este conjunto monumental. En función del hallazgo de molduras debajo del basamento, invisibles mientras existía el montículo de tierra inferior, se solicitó esta visita y opinión sobre su valor patrimonial y significación.
Al hacerse el recorrido se observó que el monumento, como la historia lo indica, tuvo varias etapas de construcción y modificación. En sus primeros años existió un primer basamento con molduras con un copón encima. La inscripción era clara y decía Nueva Chicago, 14 de abril de 1889. Ese era el nombre que se le daba por la asociación a la industria cárnica de Estados Unidos. Era de mampostería de ladrillo y cal, menos el copón, seguramente de mármol por los estriados de la base. Posiblemente sea el que ahora está en la plaza Martín Fierro, aunque hubo muchos de ellos en la ciudad.
Esa obra, de autor desconocido, estuvo allí desde fecha poco clara, pero que parecería ser el 14 de abril de 1889 citado en el propio monumento. Por debajo se puso una piedra fundacional lo que le dio el nombre de “Monumento a la Piedra Fundacional” a falta de otro mejor. Fue el centro del conjunto cuando se inauguraron sus edificios durante los años siguientes (la inauguración completa es del año 1900) hasta 1934.
En esa fecha, 1934, se colocó en el lugar un nuevo monumento, el actual Resero, obra de Emilio Sarniguet, el que estaba sobre un montículo bajo hecho de tierra. Para colocarlo, no en el suelo como se ha dicho en mucha bibliografía si no sobre el montículo de tierra que estuvo hasta el inicio de estas obras, se hizo un cimiento de ladrillos de su mismo tamaño, que aun mide 87 cm de alto. El error de la gente que ha insistido en que la escultura estaba en el piso y fue elevada, se debe a que en 1905 se hizo el adoquinado lo que modificó el nivel de suelo, y que al tener el monumento sólo pasto a su alrededor era “como si estuviera” en el piso, aunque su nivel real estaba más alto. Ese basamento incluyó en su interior parte del primero monumento, el del copón de 1889 que es lo que ahora se ha encontrado. Eso quedó de la extraña manera en que lo vemos hoy porque estaba tapado con tierra. Resulta interesante que ese nuevo basamento cuadrangular haya sido hecho con ladrillos más viejos que lo que encerraban, posiblemente reusados, ya que fueron hechos por la fábrica San Isidro para las Obras Sanitarias, posiblemente hacia 1895. Debieron quedar en algún sitio cercano y se aprovecharon.
En fecha muy posterior, quizás hacia 1945, el monumento fue levantado con un pedestal, que es el actual. Eso evitó que los niños se subieran y lo deterioraran a la vez que le daba perspectiva desde la avenida de acceso al poder verlo desde lejos. Quizás no fue el espíritu del escultor, que quiso que el caballo caminara sobre la tierra, pero ciertamente le dio mayor prestancia.
Creemos que ese basamento, o lo que se ve a ambos lados, puede quedar a la vista si se recortan las nuevas placas que van a darle mayor altura al monumento al sacar el montículo de tierra. Los ladrillos faltantes deben completarse para darle rigidez estructural y los sobrantes pueden ser cortados. El dejarlos, o reproducir lo mismo en el otro extremo, haría más sencillo subir al monumento y realmente no tienen valor patrimonial significativo, además que haría más compleja la obra.
- Proponemos que en ambas caras se haga un recuadro en las lajas de revestimiento con un borde de cerca de 10 cm, que dejen a la vista el antiguo basamento.
- Que se coloque una placa alusiva que puede ir grabada en las placas para que no la roben, incluyendo el dibujo esquemático del primer monumento
- Que se saquen los ladrillos sobrantes y se empareje el basamento en ambos lados
- Que se haga la consolidación del basamento antiguo (el inicial) mediante técnicas de restauración, ya que su desgaste (cal y arena) se producirá muy rápidamente. Cualquier resina acrílica puede consolidarlo fácilmente.
II. Escalinata del edificio central
Ante la consulta sobre los mármoles de la entrada del edificio central, que se haya destruida y con faltantes, sugerimos:
- Que se la complete con los mármoles similares de la escalera, también deteriorada, del lado izquierdo y si hay que reponer se lo haga en ese otro; que las placas muy desgastadas pueden quedar reniveladas o darse vuelta, y rehacer con mármol nuevo la escalera lateral. En lugar de emparchar dos escaleras, se tendría una completa y antigua y otra nueva en su gran mayoría
- Recomendamos que las baldosas, que son franceses y originales, posiblemente de la fábrica de Pierre Sacoman en Marsella (hechas hacia 1890-1900), sean respetadas en todo lo posible, aunque somos concientes del extremo grado de deterioro y los faltantes que tienen.
III. Otras sugerencias
- Todos los edificios están pintados de un color ocre muy deteriorado. Como se ve en la foto y puede verse en el sitio en todos los faltantes, el color original es un amarillo-beige, que incluso tuvo líneas de color rojo. No se pudieron hacer observaciones sistemáticas, pero si pudiera hacerse una recomendación al Gobierno Nacional de que se pintara el conjunto de fachadas volviéndose al color original, el sitio cobraría mayor prestancia.
- Que se conserve el empedrado original y el círculo de las vías del tranvía.
Agradecimiento
Agradecemos la información sobre el primer monumento al Sr. Orlando Falco, del Museo de los Corrales.